Yshe se lavó la sangre de las manos en el barreño, sin dejar de mirar el cadáver del elfo.
La sangre había empapado las sábanas y el colchón, e incluso goteaba sobre el suelo de la habitación.
Nadie en la posada había visto entrar o salir a ningún sospechoso, solo los clientes habituales. La elfa repasó con la vista cada objeto dentro de la pequeña estancia, aparte del extraño mapa y la nota que había hallado ocultas bajo la mesa, no había nada fuera de lo normal. Aparte de que un miembro de su orden había sido asesinado en pleno centro de Dalaran sin que su asesino hubiera dejado rastro alguno.
Salió de la posada, pidiendo a dos elfos de confianza que se hicieran cargo del cadáver y que las autoridades de la ciudad fuesen alertadas de lo sucedido. Se dirigió directamente hacia el punto en el que el mapa…
Ver la entrada original 623 palabras más